Educación Energética en los Centros Educativos: Fundamentos, Estrategias y Sostenibilidad

Introducción 

En un mundo cada vez más interconectado y dependiente de la energía, la educación energética se perfila como un componente esencial para abordar los desafíos del siglo XXI. La energía es el pilar que sostiene tanto los procesos naturales como los tecnológicos, su relevancia trasciende múltiples disciplinas, desde la física y la biología hasta la economía y la educación.  Sin embargo, el consumo excesivo de energía y la dependencia de combustibles fósiles han desencadenado una crisis ambiental que demanda una respuesta urgente y eficaz. Es en este contexto donde la educación energética cobra una importancia vital, ya que tiene el potencial de formar ciudadanos conscientes y responsables, capaces de tomar decisiones informadas sobre el uso sostenible de los recursos energéticos.

Este ensayo se centra en la educación energética, explorando sus fundamentos, estrategia de aprendizaje y su impacto en la sostenibilidad. El objetivo principal es analizar cómo la educación energética puede influir positivamente en la sociedad y contribuir a la mitigación de los problemas ambientales actuales, así como proponer estrategias efectivas para su implementación en los centros educativos.  Al explorar el tema, se presentan los fundamentos de la educación energética y las estrategias para el aprendizaje efectivo. Además, se enfatiza la importancia de promover la sostenibilidad energética en los centros educativos. Finalmente, se destaca el rol fundamental que los docentes desempeñan en este proceso formativo. 

 Fundamentos de la Educación Energética

La energía  es un tema altamente relevante desde cualquier perspectiva, ya sea física, biológica, ambiental, económica y educativa. Esta magnitud actúa como  el motor de los procesos físicos y químicos, favoreciendo a que ocurran cambios y movimientos tanto en la naturaleza como en los sistemas tecnológicos. Además, es fundamental para el sustento de los seres vivos, quienes necesitan de ella para realizar sus funciones vitales. También, constituye un recurso elemental en el desarrollo y crecimiento económico, impulsando la industria, el transporte, la infraestructura y mejorando la calidad de vida de las personas. 

A pesar de que la energía está presente en todo lo que nos rodea y proporciona muchas facilidades, su consumo excesivo y la quema de combustibles fósiles representa una de las principales amenazas ambientales de la actualidad. Según la ONU (2015), “el consumo de energía sigue siendo la principal causa del cambio climático, ya que representa alrededor del 60 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero”. Esta realidad denota la urgencia de adoptar medidas para reducir nuestro impacto ambiental y promover prácticas energéticas sostenibles. Es en este contexto, donde surge la necesidad de una educación energética.

La educación energética es el proceso formativo orientado a proporcionar conocimientos, habilidades y conciencia sobre el uso eficiente, sostenible y responsable de la energía. Coincido con las ideas planteadas por Castro & Gallego (2015), quienes destacan “la educación energética como una opción para contribuir de manera simultánea a reducir el gasto de energía, cuidar el planeta y garantizar la configuración de sistemas energéticos adecuados para cubrir necesidades básicas”. Desde esta perspectiva, se presenta la integración de la educación energética como una herramienta clave para el desarrollo sostenible.

La educación energética impacta significativamente tanto a los estudiantes como a la sociedad en general. Además de desarrollar una  mayor conciencia ambiental, los estudiantes adquieren habilidades prácticas que pueden aplicar en sus hogares y otros entornos. Esto puede llevar a una reducción en el consumo de energía y, por ende, en las emisiones de gases de efecto invernadero. Hoy más que nunca, se necesita una sociedad bien informada sobre el uso responsable de energía. Estas son acciones más que suficientes para integrar la educación energética al proceso de enseñanza-aprendizaje.

Desde la perspectiva de la educación energética, se prioriza el uso de energías renovables debido a sus múltiples beneficios.  Estas fuentes de energías, como la solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica, son limpias, ilimitadas y no contaminantes. De acuerdo con Zuñiga-González y Valenzuela-González (2020), “las energías renovables son una alternativa prometedora para aliviar las complicaciones ambientales, económicas y energéticas asociadas a la cada vez mayor demanda de energía para satisfacer las necesidades de desarrollo y crecimiento de la población humana”. En definitiva, el aprovechamiento de las energías renovables es vital para garantizar un futuro sostenible. A diferencia de las energías no renovables como el petróleo y carbón, que no solo son limitadas, sino que también contribuyen directamente a la contaminación ambiental.

Estrategias para el Aprendizaje Efectivo de la Energía

La temática de la energía ha sido abordada tradicionalmente dentro del ámbito de las Ciencias de la Naturaleza en el currículo educativo. Sin embargo, las problemáticas tanto  a nivel global como local derivadas del uso y gestión de la energía presentan una oportunidad única para su integración transversal, es decir, su incorporación en diversas asignaturas. Recientemente, en la Adecuación Curricular del Nivel Secundario validada por el Ministerio de Educación de la República Dominicana (MINERD) en 2023, se presentan una serie de estrategias y ejes transversales que facilitan el proceso de enseñanza de aspectos vinculados con la energía. 

A continuación, se presentan tres acciones estratégias para el aprendizaje efectivo de la energía:

  1. Aprendizaje Basado en Proyecto: “Es una estrategia de enseñanza-aprendizaje que ayuda al estudiante a desarrollar competencias porque integra en un mismo proceso el aprendizaje de conceptos, procedimientos y actitudes de diversas áreas y disciplinas”, MINERD (2023). Desde esta perspectiva, los estudiantes pueden explorar problemas vinculados con el uso de la energía y desarrollar soluciones prácticas. Esta estrategia favorece a que la metodología de trabajo sea interdisciplinaria. Un ejemplo de aprendizaje basado en proyecto exitoso, es el programa de “Energía para el Futuro” implementado en diversas escuelas de España, donde los estudiantes desarrollan soluciones prácticas para la eficiencia energética en sus hogares y comunidades. Este programa ha demostrado una reducción significativa en el consumo energético de las comunidades de los participantes y un aumento en la conciencia ambiental.

  2. Uso de Materiales Didácticos Específicos: Los materiales didácticos hacen accesible la información sobre aspectos complejos de la energía, permiten un aprendizaje activo y participativo. En este orden, las tecnologías educativas tales como simuladores, softwares educativos, permiten experimentar y comprender conceptos. Mientras que los videos y libros especializados, proporcionan elementos teóricos y ejemplos prácticos.

  3. Desarrollo de Actividades Prácticas: Las actividades prácticas involucran activamente a los estudiantes en la gestión del conocimiento. Se pueden desarrollar: experimentos en el aula, visitas a plantas eléctricas, proyectos de eficiencia energética, campaña de ahorro, entre otras.

Estas estrategias no sólo buscan fortalecer los conocimientos científicos relacionados con la energía, sino que también promover una conciencia crítica sobre su importancia en el desarrollo sostenible.

Promoción de la Sostenibilidad Energética en el Centro Educativo

La promoción de la sostenibilidad energética en los centros educativos es trascendental, ya que la educación desempeña un papel esencial en el Desarrollo Sostenible. Es importante destacar que la educación impacta directamente a las personas, quienes son responsables de los problemas derivados del uso excesivo de recursos energéticos que afectan nuestro planeta. A través de la educación, se genera conciencia sobre la importancia de vivir de manera colectiva, usar racional y responsablemente la energía.

Según Martínez Huerta (2019), “la escuela tiene un importante papel que jugar en dos aspectos fundamentales: aumentar la conciencia y el aprendizaje de niños, niñas y adolescentes sobre la sostenibilidad —proporcionándoles las habilidades que necesitan para participar, ahora y en el futuro, en los proyectos encaminados a conseguirla— y desarrollar hábitos sostenibles”. En este sentido, la educación energética contribuye directamente con el aumento de la conciencia, el desarrollo de habilidades y hábitos sostenibles.

Para promover la sostenibilidad energética en los centros educativos, considero oportuno:

  1. Desarrollar proyectos y campañas de sensibilización sobre el uso eficiente de la energía.  

  2. Fomentar hábitos sostenibles entre los actores de la comunidad educativa.

  3. Implementar programa de reciclaje y ahorro de energía.

  4. Involucrar a los padres y a la comunidad en los proyectos de sostenibilidad.

  5. Crear un comité de energía sostenible en el centro educativo.

La integración de la sostenibilidad energética en los centros educativos contribuye a formar individuos conscientes, comprometidos con la preservación del entorno y el bienestar de las futuras generaciones. Es momento de fomentar un cambio en las escuelas, haciendo de la sostenibilidad un elemento central en la enseñanza.

Rol Docente en la Educación Energética

Los docentes juegan un papel protagónico en la educación energética, ya que, además de facilitar conocimientos, tienen la responsabilidad de guiar a los estudiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para cumplir adecuadamente con su rol, los docentes deben estar bien informados sobre las problemáticas derivadas del uso de la energía. Por ello, es importante que sean sometidos a programas de formación y capacitación en temas energéticos, para que puedan desempeñar plenamente su función educativa. 

En la educación energética, es fundamental que los docentes sean innovadores y creativos de cara al proceso de enseñanza-aprendizaje. En este sentido, deben fomentar la curiosidad y el pensamiento crítico, ya que estas habilidades son esenciales para el desarrollo de los estudiantes. Al abordar temáticas relacionadas con la energía, los docentes deben implementar metodologías pertinentes y dinámicas que capten el interés de los estudiantes. 

Soberats et al. (2005), afirman que “los profesores que asumen la educación energética deben enfocar sus esfuerzos en preservar el ambiente favoreciendo un aprendizaje sobre el uso eficaz de los recursos energéticos del mundo en el presente y en el futuro, sin que se deje de satisfacer la demanda creciente de energía de una población en rápido aumento e industrialización” (citado en Castro & Gallego, 2015). Este planteamiento tiene implicaciones directas con el rol de los docentes, ya que no se trata únicamente de enseñar cómo se genera o consume energía, sino en promover la conciencia crítica respecto al consumo energético.  

Como en todo proceso de enseñanza-aprendizaje, en la educación energética, los docentes deben definir un método de evaluación del aprendizaje en temas de energía. Esta evaluación debe ser integral, abarcando tanto los conocimientos teóricos como la aplicación pŕactica. Además, los docentes deben implementar un seguimiento continuo para medir el impacto de los programas educativos energéticos. Con el seguimiento se debe identificar áreas de mejora y progresos de los estudiantes. 

Conclusión

La educación energética emerge como un pilar fundamental en la formación de individuos conscientes y responsables en cuanto al uso de recursos energéticos. Este enfoque educativo abarca desde la comprensión de cómo la energía impulsa tanto procesos naturales como avances tecnológicos, hasta reconocer los impactos de su sobreexplotación en el ambiente. No sólo se enfoca en los conocimientos teóricos, sino que promueve la integración práctica y transversal de los temas vinculados con la energía en las diversas asignaturas y niveles educativos. 

Al reafirmar la importancia de una educación energética integral, se destaca la necesidad de preparar a las presentes y futuras generaciones para enfrentar los desafíos energéticos de manera informada y sostenible. Esta educación fomenta habilidades para evaluar el impacto de las decisiones energéticas en el ambiente y la economía, promoviendo así una cultura de responsabilidad y sostenibilidad. 

Para lograr la implementación efectiva de los programas  de educación energética, se hace necesaria la colaboración entre los docentes, estudiantes, familias y la comunidad. Además, es fundamental desarrollar actividades prácticas, proyectos educativos, campañas de concientización y programas de formación que dinamicen el proceso de enseñanza-aprendizaje. 

Preguntas de Autoevaluación

Estimado lector,

Agradezco sinceramente su interés en mi ensayo sobre la educación energética en los centros educativos. Para ayudarle a reflexionar sobre los temas tratados y consolidar su comprensión, he preparado algunas preguntas de autoevaluación. Estas preguntas están diseñadas para guiar su pensamiento y explorar cómo podemos integrar prácticas educativas energéticamente sostenibles en nuestras vidas y comunidades.

  1. ¿Por qué es importante aprender sobre energía en nuestras vidas diarias?

  2. ¿Qué acciones concretas podrías tomar para reducir el consumo de energía en tu día a día?

  3. ¿Qué ideas podrías compartir con otros para promover prácticas energéticamente sostenibles en tu comunidad?

  4. En caso de que seas docente, ¿Qué métodos prácticos puedo usar para enseñar o aprender sobre energía en mi escuela?

Referentes Bibliográficos

Castro, J. y Gallego A. (2015). La educación energética, una prioridad para el milenio. Revista Científica, 21, 111-120. https://pdfs.semanticscholar.org/29f7/996bbbd6aa737e6561898cab7b6862a3eb4c.pdf

Zuñiga-González, L., & Valenzuela-González, A. (2020). Educación en energías renovables desde el enfoque CTS. Pensamiento y Acción, 28, 47-59. https://revistas.uptc.edu.co/index.php/pensamiento_accion/article/view/11057/9467#info

Ministerio de Educación de la República Dominicana [MINERD]. (2023). Adecuación Curricular del Nivel Secundario. Recuperado de https://www.ministeriodeeducacion.gob.do/docs/direccion-general-de-educacion-secundaria/nvTd-adecuacion-secundaria-2023pdf.pdf

Naciones Unidas. (n.d.). Energía sostenible. Recuperado de https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/energy/

Ramírez Corredor, L. (2021). Enseñanza de la energía en el siglo XXI. Recuperado de https://core.ac.uk/download/pdf/185619054.pdf

Martínez Huerta, J. (2019). Escuela y sostenibilidad. IKASTORRATZA. e-Revista de Didáctica.https://redined.educacion.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/189930/5.pdf?sequence=1&isAllowed=y 

OpenAI. (2024). Chat GPT (versión del 26 de junio) [Modelo de lenguaje de gran tamaño]. https://www.openai.com


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Dariel Lantigua

Licenciado en Educación Mención Ciencias de la Naturaleza. Maestrante en Educación para el Desarrollo Sostenible